Las afirmaciones «las mujeres trans son mujeres» y «los hombres trans son hombres» han de estar compitiendo por erigirse como la frase definitoria de nuestros tiempos. En poco más de cinco años, el tema transgénero ha irrumpido con tal fuerza en la conciencia colectiva que el aún joven Día Internacional de la Visibilidad Transgénero parece ya anacrónico. Quizá deberíamos de remplazarlo por el Día del Discernimiento, porque, si bien las personas transgénero (como yo, por ejemplo) nos hemos vuelto bastante visibles, las razones por las que somos transgénero siguen ocultas en la sombra.
