La ideología de la identidad de género es una nueva religión. Sus fieles denuncian a los no creyentes, consiguen estigmatizarlos socialmente y los llevan al tribunal de la fe. La última víctima de la inquisición es el conocido crítico de la fe religiosa Richard Dawkins, a quien la la Asociación Humanista Estadounidense despojó ayer de su premio ‘Humanista del año’ de 1996.